"Luego, conteniendo la respiración, agucé el oído. Intenté escuchar una voz tenue que debía estar allí. Al otro lado del chapoteo del agua, de la música, de las risas de la gente, mi oído captó un débil y mudo eco. Una persona llamaba a otra persona. Una persona buscaba a otra persona. Una voz que no llegaba a ser voz. Con palabras que aún no eran palabras."
Crónica del pájaro que da cuerda al mundo
Haruki MurakamiCrónica del pájaro que da cuerda al mundo
Maxi Tusquests Editores, México: febrero 2008
página 505
No hay comentarios:
Publicar un comentario