jueves, 30 de abril de 2009

A Francisco

Suave como el peligro atravesaste un día
con tu mano imposible la frágil medianoche
y tu mano valía mi vida, y muchas vidas
y tus labios casi mudos decían lo que era el pensamiento.

Pasé una noche a ti pegado como un árbol de vida
porque eras suave como el peligro,
como el peligro de vivir de nuevo.

Leopoldo María Panero
Revista: La Tempestad
No. 14, verano 2007
p. 22
Tomado de Last River Together, Ayuso, Madrid, 1980, p. 21.

No hay comentarios: